Respuesta: Si la empresa dispone de grados de libertad para el diseño de sus productos, siempre es más recomendable intervenir sobre el producto, porque desde esa perspectiva, los procesos productivos implicados pueden estar también incluidos. Sin embargo, para muchas empresas que no disponen de grados de libertad sobre el diseño del producto (por ejemplo, porque se fabrica el producto de acuerdo con las especificaciones del cliente), la única opción de mejora será intervenir directamente sobre los procesos.
R: En el cálculo del Análisis de Ciclo de Vida (ACV) de un producto/servicio, dado que el alcance cubre todo el ciclo de vida (incluyendo así la construcción y desmantelamiento de las instalaciones y equipos) las energías renovables no son cero CO2eq./kwh, sino que incorporan la parte de emisiones que le corresponden. En cuanto a los datos reportados por el Ministerio, tiene un enfoque puramente operativo, dejando fuera lo que se denomina upstream y downstream. Para poder incluirlo, el problema está en la dificultad de incorporar estas fases para todas las posibles tecnologías de generación de electricidad. Es algo que se irá incorporando gradualmente.
R: La financiación es un aspecto clave en el establecimiento de nuevos modelos de negocio. Es una temática que fue analizada con mayor profundidad en la Mesa redonda 3: “Rediseño del negocio para extender el valor del producto”. En cualquier caso, el riesgo estará muy relacionado con el sector industrial concreto y el tipo de nuevo modelo de negocio del que se trate.
R: Es necesario identificar instrumentos que desde el regulador incentiven que la gestión de fin de vida sea tenida en cuenta en el proceso de diseño de productos, como un mecanismo para fomentar la competitividad de las empresas. Una posible vía, en la que ya se está trabajando con los diferentes sectores, es la ecomodularidad de la tasa de los diferentes Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del productos (SCRAP). Si esta tasa es menor para aquellos productos más fácilmente reciclables en su fin de vida, se estará fomentando que los equipos de diseño se centren también en este ámbito, consiguiéndose una mejora global.
R: En general, no sólo la ciudadanía, sino todos los agentes socioeconómicos deben tomar parte activa en esta necesaria transición hacia una nueva economía más circular. Pero entrando en concreto en el objetivo de la pregunta, actualmente ya se están derivando fondos hacia campañas de información y concienciación general de la sociedad civil sobre la necesidad de cambio hacia esta economía. Buen ejemplo de ello es la campaña «CIRCULAR THINKING: LA REVOLUCIÓN DE LOS PEQUEÑOS GESTOS» puesta en marcha por el Gobierno Vasco y de la se puede acceder a mayor información a traves de http://www.ihobe.eus/circularthinking. Esta campaña, también se va a incorporar en las actuaciones en materia de educación escolar.
Respuesta: Entendemos que es un debate que va mucho más allá de esta mesa y del propio Basque Ecodesign Meeting. Es un debate en el que se mezclan muchas variables diferentes. Recordar también que en el País Vasco, a diferencia de España, siempre ha habido una política industrial rigurosa. Desde Ihobe sí se incide en el concepto de Economía Circular, cuya novedad fue justamente la palabra «Economía». De hecho, empresas como Sidenor, cuya materia prima es precisamente un residuo, la chatarra, están realizando múltiples proyectos innovadores para optimizar su eficiencia productiva, tanto a nivel energético como en materiales. Por otro lado sí está sobre la mesa en la Comisión Europea la competencia de los aceros extra comunitarios (China, Rusia, Turquía…) que en su etapa productiva no cumplen unos mínimos ambientales que son obligatorios en Europa (Directiva de Emisiones Industriales) por lo que son competencia desleal. El sector acerista (y otros como el cemento) están requiriendo la intervención de la Comisión Europea en este aspecto, pero depende de acuerdos y negociaciones comerciales globales, en las que, desde luego, desde Euskadi, no hay capacidad de actuación.
R: Debemos abordar la viabilidad de la remanufactura con rigor. El primer aspecto, mucho más complejo que la propia remanufactura, es la apuesta por la durabilidad de los productos desde la Comisión Europea. Aunque sea un aspecto en el que todos y todas estamos de acuerdo, y que ya se han establecido primeros requisitos obligatorios para algunos productos en el marco de la Directiva de Ecodiseño (alargamiento de disponibilidad de repuestos, reducción de plazos de entrega de repuestos…) nos encontramos ante un gran reto, a diferencia de la apuesta por la eficienca energética. A mayor durabilidad, menor producción. Eso requiere un cambio de modelo de negocio muy relevante que conlleva una apuesta por el incremento de la facturación en servicios (con el apoyo del 4.0) e incluso por un enfoque de «pago por uso», similar al modelo de negocio de la fotocopiadora de la oficina. Esto es, se enfoca el negocio a cumplir una función (fotocopia) no al equipo o producto. Si caminamos en esta dirección, una empresa que no apueste, entre otros por un mantenimiento 4.0 y por la remanufactura de repuestos, componentes o incluso productos completos (siempre que tenga sentido), sería un negocio de mayor riesgo. Esta tendencia irreversible (por la escasez de materias primas y la especulación con ellas) lleva sin embargo en muchas ocasiones a necesidades de financiación (activos, etc.) muy compleja de conseguir en el caso de la pymes. Adicionalmente hay otro aspecto crítico de cara a la remanufactura. Son los remanufactureros independientes, que no tienen contrato alguno con los fabricantes originales y proceden, por lo general, del mundo de la reparación. Ellos sí están amenzados por nuevas tendencias. Los fabricantes de equipos están apostando crecientemente por el «Product Value Retention», por lo que intentan mantener el control sobre el produxto o componente en toda la cadena de valor, incluso el fin de vida. De este modo, consiguen detectar mejoras de diseño además de abrir una nueva línea de negocio que tiene un elevado margen de beneficios: la remanufactura.
R: El «Product Value Retention» que incluye la remanufactura y los servicios de mantenimento claro que tienen relación con el sector servicios. El turismo es un cliente relevante de esos servicios. Por ejemplo, en Alemania ya se servitizan los suelos de edificios, en Euskadi ya se ha empezado a servitizar el frío-calor en edificios. Eso depende también de la demanda de los clientes y de si el valor residual de los productos es elevado. Puede tener sentido en productos desde cerraduras electrónicas a mobiliario, pero menos en productos como colchones, etc.
Respuesta: El vídeo, junto al resto de ponencias e incluso la grabación de todas las sesiones del congreso, está disponible en esta misma página web.
Respuesta: Aunque no hay grandes diferencias en las emisiones que se generan en los propios procesos de fabricación de las piezas, la ventaja reside en el uso final donde las piezas de composite permiten reducir las emisiones de dióxido de carbono de forma importante, debido a un menor peso del componente. Por ejemplo, si en un vehículo se utilizase un 40 % de material compuesto de carbono respecto al peso total del vehículo, se estima que el peso del vehículo se podría disminuir en un 42% y en consecuencia las emisiones se bajarían en unos 75 grs/km por vehículo respecto a los valores actuales.
Respuesta: A día de hoy el fin de vida de los composites tradicionales sigue siendo reto. Es cierto que se han desarrollado diferentes soluciones técnicas: reciclado mecánico, pirolisis, solvolisis, etc., pero el porcentaje de composite que se recicla sigue siendo inferior al 10%, debido fundamentalmente a una falta de viabilidad económica. En este sentido es importante destacar que se están desarrollando nuevas generaciones de resinas diseñadas para reciclar que van a dar en un futuro próximo viabilidad técnica y económica al reciclado de los composites, además de facilitar su reparación y reutilización.
Respuesta:Es información oficial reportada por nuestro MITECORD a EUROSTAT, la página web de indicadores estadísticos oficiales de la CE, que solicita el reporting en unidades de peso (toneladas). Se basa en datos que los propios municipios informan sobre el residuo municipal que gestionan, y el desglose en fracciones es necesario porque el marco legal que aplica a los distintos flujos de residuos municipales varía (por ejemplo, los residuos orgánicos, los textiles, los peligrosos, los envases domésticos, los envases comerciales/industriales…).
R: Porque Ecoembes recibe ambas magnitudes (puesta en mercado de envases y aportación de residuos de envases a los contenedores amarillo y azul) por distintas fuentes. La puesta en mercado viene declarada anualmente por las más de 12.000 empresas adheridas a Ecoembes y en 2018 creció un 1,5% respecto a 2017. La recogida selectiva viene declarada anualmente por los más de 8.000 ayuntamientos que hay en España y en 2018 creció un 12,3% en contenedor amarillo y un 12,4% en contenedor azul. Por tanto, podemos afirmar que el aumento de la aportación está muy por encima del aumento del uso de envases.
R: Ya está habiendo, poco a poco, traslado de este tipo de información hacia a ciudadanía desde aquellos agentes que más cerca están. Precisamente este año, la propia Viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno Vasco ha lanzado una campaña sobre consumo responsable y economía circular llamada Circular Thinking, que precisamente es esto lo que persigue. No obstante, para que todavía no haya más confusión al respecto hay que trabajar muy bien estas campañas.
R: Yo le diría que siga manteniendo este interés y que siga exigiendo esa información necesaria para poder optar por una alternativa ambientalmente mejor. Sí es cierto que ahora mismo estamos en una situación de sobreinformación pero también es cierto que tenemos otras herramientas que nos ayudan a poder filtrar esta información. Además, que pregunten en caso de duda a aquellos agentes que tenga a su disposición. Cuanta más demanda haya de información, más se avanzará en esta línea. En estos momentos los agentes responsables son conscientes de esta situación y están reflexionando y avanzando en cómo solucionarla, teniendo en cuenta aquellos sistemas de información que realmente sí han funcionado, como los sistemas de información energética, por ejemplo, de los electrodomésticos.
R: En relación con el etiquetado ambiental hay tre tipos de etiquetas. Las etiquetas tipo I, tipo II y tipo III. La etiquetas tipo I y tipo III sí nos aseguran que tienen una visión de ciclo de vida, aunque con características ambientales. Las etiquetas tipo I podríamos decir que están más dirigidas a consumidor final porque son más fácilmente reconocibles (etiqueta ecológica europea, ángel azul…) y las etiquetas tipo III, llamadas declaraciones ambientales de productos, han estado más dirigidas a trasladar información ambiental más técnica entre el sector industrial. Además estos dos tipos de etiquetado tienen verificaciones por terceras partes que aseguran su veracidad. En el caso de las etiquetas tipo II, llamadas autodeclaraciones ambientales, son herramientas que, aún no habiendo sido verificadas por terceros, afirman determinadas características del producto, sin necesariamente tener una visión del ciclo de vida. El objetivo de estas ISOs es crear herramientas que sean útiles y que trasladen información ambiental de forma rigurosa en función de los diferentes usos y potenciales usuarios o usuarias.
R: El consumidor necesita tener en sus manos la información más directa y veraz posible y esta información entendemos que tiene que venir directamente del propio proveedor. El proveedor es el responsable de poner el producto en el mercado y el agente que realmente tiene toda la información relativa al producto. Si es cierto que esto puede llevar a una sobreinformación, a veces difícilmente asimilable, y aquí sí es donde los supermercados podemos actuar, en hacer más entendible y fácil de asimilar toda esta información dirigida hacia los y las consumidoras.
Respuesta: «Para responder a esta pregunta me basaré en los datos que se han recogido en dos encuestas recientes realizadas a las empresas de Euskadi y que de alguna manera confirman la percepción que recibimos en Confebask directamente de nuestros interlocutores. Me refiero al Ecobarómetro industrial en el que se analizan más de 600 respuestas empresariales y el Estudio de Oportunidades de Economía Circular en el que han participado 50 empresas avanzadas en la materia. Los objetivos que en mayor medida se subrayan por parte de las empresas vascas para lograr competitividad son las siguientes: para el 26% de las empresas industriales radica en el aumento de la productividad. La incorporación de tecnología e innovación es señalada por un 20,1% de las empresas encuestadas. Un porcentaje ligeramente inferior, concretamente el 19,7%, indica la apertura de nuevos mercados y/o internacionalización, y un 18,5%, la reducción de costes.
Asimismo, las empresas de Euskadi que han desarrollado actuaciones de economía circular señalan que los motivos han sido, en orden decreciente, los siguientes: la concienciación y compromiso personal de la propiedad y/o gerencia de la empresa; la legislación, normativa y estándares en vigor; la competencia de otras empresas; la innovación de producto como forma de diferenciación; la demanda /exigencia de las empresas clientes. Ahora bien, este orden varía en función del grupo de empresas que se considera. Así, mientras que las empresas reguladas por la directiva de emisiones industriales priorizan el cumplimiento legislativo, otras, como es el caso de las empresas vascas avanzadas en economía circular, destacan entre los factores motivantes la anticipación a las legislaciones futura, la posibilidad de diferenciarse en el mercado o la mejora su imagen corporativa.
Con independencia de la motivación individual de cada empresa, quisiera destacar que, en términos globales, cada vez está cobrando más importancia la concienciación y el compromiso de los líderes de las empresas de cara a desarrollar iniciativas en economía circular y eficiencia de los recursos. Esta motivación para Confebask se convierte en un indicador clave para testar la inclusión de la economía circular dentro de la cultura y el modelo de gestión empresarial. Este sentir de las empresas va incrementándose en comparación a encuestas realizadas en años anteriores y es una realidad que desde Confebask la valoramos positivamente y la iremos fomentando entre el tejido empresarial vasco. «
R: Además de establecer unos sectores prioritarios donde se prevén actuaciones específicas, la Estrategia de Economia Circular 2030 de Euskadi identifica sectores como el turismo, donde existen opciones de desarrollar actuaciones relacionadas con la economía circular, como pueden ser a través de una arquitectura y movilidad más sostenibles, el aprovechamiento eficiente de los recursos, la selección de proveedores locales, la gestión avanzada de residuos y el respeto y cuidado del entorno físico y cultural. Estas actuaciones tienen cabida con la aplicación de los instrumentos y las actuaciones definidas. De alguna manera se encuentran contenidas en las medidas relativas a los sectores de construcción, movilidad y alimentación, así como las líneas que tienen carácter más intersectorial de consumo y gestión de residuos.
R: Precio orientativo: 2.700 euros
Respuesta: Desde hace algunos años tenemos en marcha una iniciativa que hemos denominado “Eventos con Buen Ambiente”, a través de la cual buscamos que aquellas actividades en las que participamos o que cuentan con la colaboración de Coca-Cola incluyan medidas sociales y ambientales que les hagan ser más sostenibles. Este tipo de medidas incluyen aspectos como la gestión de residuos, la promoción del reciclado, la minimización del uso de agua y electricidad, la movilidad sostenible, etc. También trabajamos en aspectos sociales como la accesibilidad o la inclusión. «
R: A través de nuestra estrategia de sostenibilidad “Avanzamos” para Europa Occidental nos hemos comprometido a recuperar el equivalente al 100% de los envases que ponemos en el mercado a 2025. Para conseguirlo, estamos trabajando con los diferentes gestores nacionales y locales para aumentar las tasas de reciclaje y para analizar la fórmula más adecuada para la gestión de los residuos, valorando todas las alternativas posibles, que sean factibles para la industria.
R: Sí se incluyen. De hecho, en nuestra estrategia ‘Avanzamos’ nos hemos marcado el objetivo de que, al menos, el 50% del material que utilizamos para los envases PET provenga de plástico reciclado (rPET) a 2022. Pero, además, en el canal HORECA (hostelería y restauración) estamos fomentando el uso de envase de vidrio rellenable que, además de ser completamente reciclable y muy resistente, se recoge en los establecimientos para, una vez lavado e inspeccionado, pueda ser reutilizado hasta 25 veces.
R: Estamos dando algunos pasos en esta línea. De hecho, dentro de nuestra estrategia de ecoinnovación hemos adoptado algunas medidas como el no utilizar mezclas de diferentes plásticos ni multicapas. También trabajamos para no emplear colores oscuros ni botellas opacas. Estas medidas contribuyen a hacer más fácil el reciclaje y que los envases puedan ser fácilmente procesados en cualquier planta de tratamiento de plástico en España y convertidos en un nuevo envase.
R: Hasta ahora, en España, tanto la industria como los Gobiernos han apostado por un modelo de recogida de residuos que ha estado funcionando de manera razonable. Dicho esto, queremos seguir trabajando y explorando aquellos sistemas que sean los más adecuados en cada país y en cada momento para conseguir nuestro objetivo de recoger los envases para su reutilización y evitar, de este modo, que acaben en el Medio Ambiente, especialmente en los mares y océanos.
Hablaría de un conjunto de medidas que van desde la apuesta por una gran variedad de formatos, que permiten adecuarse a las necesidades de cada consumidor, al objetivo de liderar la innovación en envases. Esto nos ha llevado a buscar nuevos materiales, como PlantBottle, material de origen vegetal, también reciclable, que nos permite reducir el uso de materias primas de origen fósil. Hablaría, además, de los esfuerzos realizados en el ecodiseño para aligerar nuestros envases reduciendo el uso de materia prima. Por poner un ejemplo, en el caso de las latas, hoy éstas son un 60% más ligeras que hace 30 años. Por último, llevamos años trabajando en reducir el packaging secundario. Contamos con un proyecto, que ya está en curso, para reducir el uso del Hi-cone (agrupadores de anillas) de las latas, o el uso de cartón para los packs de latas en sustitución del film.
R: Si por algo se ha caracterizado Coca-Cola a lo largo de su historia es porque ha sabido adaptarse a lo que la sociedad ha demandado en cada momento. Por poner un ejemplo, hoy ofrecemos más de 125 referencias de productos sin azúcar añadido, light/ligero o ‘cero’ en todas nuestras categorías y bebidas. Esto ocurre porque a medida que cambian los gustos y los estilos de vida, los consumidores demandan una variedad más amplia de bebidas y de formatos. Nuestra tarea es trabajar para dar una respuesta a lo que está demandando el consumidor en cada momento.»
R: Tanto el aligeramiento de envases como la eliminación del packaging secundario (el film retráctil y las anillas de plástico de los packs de latas y botellas de PET 500 ml) nos van a permitir eliminar más de 11.000 toneladas de plástico al año en Europa Occidental. De ellos, 2.600 serán en Iberia (España, Portugal y Andorra) a partir de 2020. Ya en otoño pasado comenzó a eliminarse de los packs de latas de 200 ml o mini-cans, sustituyéndolo por cartón con certificado PEFC. Esta medida supone la eliminación, a partir de 2020, de 1.380 toneladas de plástico en nuestra cadena de suministro en Iberia. En cuanto a la huella de carbono, hemos conseguido reducir en un 45% las emisiones de nuestras operaciones directas en Iberia. Además, tenemos previsto que este porcentaje se incremente hasta el 50% en 2025. También queremos reducir las emisiones procedentes del resto de la cadena de suministro en un 35%. En este momento ya hemos reducido un 30% esas emisiones en el periodo 2010-2019.»
R: La sociedad está demandando a las empresas un nivel de responsabilidad mucho mayor en todo lo que hacemos. Aquellas empresas que no sean capaces de asumirlo y adaptarse a esa demanda van a ser apartadas por clientes y consumidores, pero también va a ser más complicado que el talento externo se acerque a nuestras empresas si no adoptamos medidas responsables, con lo que también será más difícil el desarrollo y el crecimiento de las organizaciones.
R: Aunque los compromisos incluidos en Avanzamos hacen referencia a envases, también estamos trabajando en los tapones y etiquetas. Respecto a los tapones, nuestro foco se centra en ir introduciendo material reciclado, para lo que es indispensable entender bien los límites marcados en la legislación vigente sobre este punto. En cuanto a las etiquetas, estamos trabajando las propiedades de transparencia y adhesión, así como analizando la viabilidad de tener etiquetas de papel en aquellos envases que aún no las tienen.
El PET no se fabrica con sustancias químicas que alteran el sistema endocrino (disruptores endocrinos). El PET es la abreviatura (en inglés) del tereftalato de polietileno. Es un poliéster de alto peso molecular hecho mediante la combinación de etilenglicol y ácido tereftálico (ácido paraftálico). El ácido tereftálico no es un producto químico que modifique el sistema endocrino. Es químicamente diferente de los ortoftalatos (ésteres de ácido ortoftálico) que sí se clasifican ampliamente como disruptores endocrinos. Los ortoftalatos se utilizan como plastificantes para suavizar otros tipos de plástico, pero no se utilizan en la fabricación de PET.
Respuesta: Hemos realizado una primera implantación de envase reciclable HDPE constituido por material reciclado 100%. Tanto el tapón como la etiqueta son también reciclables aunque por el momento no son reciclados. En el caso del tapón, es de HDPE al igual que el envase de fácil reciclado y la etiqueta es de PP (Polipropileno), también reciclable, además no utilizamos en ningún caso revestimientos de barrera que dificultan el reciclado.
Estos materiales los utilizamos en todas nuestras líneas de producción no solamente en la línea de productos ecoetiquetados.
Así mismo y de acuerdo a nuestra política de mejora continua, tenemos programadas nuevas mejoras medioambientales en lo referente a envases como es la sustitución de tapones por tapones de material reciclado o continuar con la sustitución de los diferentes formatos por otros de igual capacidad pero fabricados con material
R: Estamos en ello. Nos encontramos en un momento en el que tenemos varias opciones que se están barajando.
R: «Bilper: Desde luego. En nuestro caso tanto los certificados ISO como el Ecolabel, desde el punto de vista comercial, tanto a nivel nacional como en exportación, supone un plus la acreditación con dichos certificados. Como comentamos en la ponencia, al ser normas europeas, de reconocimiento estandarizado, suponen un impulso en las ventas por la garantía que implican.
Zorelor: Las ventajas de la implantación de esas normas más frecuentemente mencionadas son las de potenciamiento de la imagen de empresa, sistematización de cumplimientos normativos, mejora de competitividad, optimización de costes, facilidad de acceso a nuevos mercados y otras ventajas operativas similares. Son argumentos convincentes para animar a cualquier empresa a su implantación a corto o medio plazo. En Zorelor entendemos que su principal ventaja es lo que reflejan de cambio de mentalidad y de cultura tanto de la empresa como de las personas que la integran. Ahí vemos la clave del futuro de la empresa y de la sociedad en su conjunto.
Es un enfoque más a medio y largo plazo. Uno de los factores esenciales del éxito y de la continuidad de cualquier proyecto empresarial es ir más allá de la adaptación al cambio y a los nuevos modelos de funcionamiento, y tratar de promover esos cambios y orientarlos hacia unos valores con visión de futuro. El principal inconveniente de no implantarlas es la progresiva obsolescencia en todas las vertientes de funcionamiento.
Y sobre el aumento de los resultados económicos, un adecuado proceso de implantación y puesta en marcha de una gestión basada en esas normas siempre tiene un retorno de inversión, cuyo plazo está en función de las circunstancias del mercado y de su velocidad de evolución. Nuestra experiencia nos indica que esa velocidad está aumentando, y por tanto el interés y rentabilidad de inversiones en aspectos medioambientales se incrementa proporcionalmente.»
R: «Bilper: Nos gustaría, pero implica una logística de envío y reenvío que de momento vemos complicada, salvo en el caso de poder encontrar un emplazamiento en nuestras propias instalaciones, lo cual sería aplicable sólo a distribuidores y clientes locales.
Zorelor: En lo referente a envases estamos en una evolución constante desde la fundación de la empresa. Hemos implantado medidas para uso de envases elaborados con materiales reciclados y respetuosos con el entorno, de envases que se aproximen cada vez más a la realidad humana de quien tiene que transportarlos, almacenarlos y manipularlos, y de envases que al final de su ciclo de vida tengan el mínimo impacto medioambiental posible, fundamentalmente por reciclado o reutilización de los mismos. Entendiendo el planteamiento de envases rellenables como envases para ser rellenados varias veces por el fabricante después de cada respectivo uso de su contenido, esa es una de las opciones que hemos evaluado con cierta asiduidad.
Entendemos que el actual entorno legal y operativo necesita seguir progresando hacia ello. Por una parte, posiblemente las normativas de gestión y transporte de residuos puedan afinar su orientación para contemplar y facilitar ese planteamiento. Por otra parte, logísticamente no siempre es sencillo poner en marcha ese tipo de iniciativas, se requieren unas circunstancias de producto, cliente, volumen de consumo y distancias que deben cuadrar para optimizar su viabilidad. Por último, también la mentalidad de todos los agentes implicados necesita madurar esos planteamientos para llevarlos a la práctica.»
Respuesta: Gitma, de acuerdo con la modularidad que trabajan, pueden sustituir partes deterioradas de producto y no el completo. En el caso de Niessen, en pequeños componentes eléctricos, va por módulos y existe compatibilidad entre módulos, por lo que puede darse la reparabilidad o intercambiabilidad de las piezas. En el caso de la función, esto puede ser más compliacado porque tiene una función de seguridad. Sellex comenta que sus productos son fácilmente separables, por ejemplo, retapizar un respaldo, arreglar un brazo etc. Son productos modulares que se pueden sustituir.
R: Fue respondida durante la sesión. Miguel Jiménez de Sellex comenta que su experiencia ha sido esa; la gente valora más que un producto tenga origen de material reciclado a que sea ecodiseñado. Dos comentarios al respecto: uno, que es algo cultural, que mucha gente no conoce lo que es el ecodiseño. Y otro, que la gente sigue lo que se ve en la TV: en este momento, que hay que reciclar.
Respuesta: La gestión forestal sostenible es un proceso de planificación y ejecución de prácticas para la administración y uso de los bosques y otros terrenos arbolados, que garanticen el mantenimiento o mejora de sus funciones económica, social y ambiental actuales, así como para las generaciones futuras.
La matarrasa o “corta a hecho” es parte de una técnica silvícola de regeneración de la masa arbolada que supone la corta y aprovechamiento de todos o la mayoría de árboles del rodal. Por ello, durante parte del ciclo silvícola el rodal se mantiene sin arbolado. Dependiendo de la dimensión del rodal y de las técnicas de extracción de la madera y plantación o regeneración natural, la afección al medio puede variar, pero sólo genera un impacto ambiental significativo cuando no se siguen las directrices de una gestión sostenible.
Las llamadas especies de luz (entre la que están la mayoría de los pinos y de los robles, por ejemplo) requieren de mucha luminosidad para poder regenerarse, por lo que es conveniente la apertura de rodales para el desarrollo de la nueva generación de arbolado. Las especies de sombra (como el abeto Douglas o el haya, por ejemplo) se regeneran mejor bajo una cubierta protectora del sol directo, por lo que se pueden regenerar por cortas tipo entresacas.
Por ello, la matarrasa o “corta a hecho” es consustancial a determinadas especies, pero no por ello tiene porqué generar impactos significativos.
Respuesta: Ante el avance de la enfermedad de la banda marrón de las acículas se están realizando diferentes iniciativas desde el sector forestal/madera y la Administración vasca.
La prevención del avance de la enfermedad es el principal objetivo, para lo cual es necesario mantener en buen estado fisiológico nuestros pinares, con la gestión adecuada de los mismos.
Con la entrada continua de nuevas cepas de patógenos y situaciones de estrés generadas, entre otras causas, por el cambio climático, la presión sobre las masas es mayor de la que pueden soportar en estos momentos, por lo que propugnamos la realización de ciertos tratamientos fungicidas que se realicen sin afección al medio ni a las personas (que hemos comprobado que es posible y eficaz) y con directrices técnicas claras.
La selección genética de pinos tolerantes a la enfermedad es otra de las iniciativas, y ahora que todavía no están disponibles éstas, los propietarios forestales están optando por repoblar sus montes con otras especies.
El eucalipto es una de estas especies forestales que están optando los propietarios forestales, sobre todo allí donde se desarrolla bien.
Valoramos que es perfectamente posible hacer una gestión sostenible con el eucalipto, ya que la sostenibilidad no depende de la especie, sino que de la gestión que se realice.
A pesar de lo que se ha manifestado frecuentemente, los eucaliptales como arbolado que son, protegen el suelo frente a la erosión a través de la interceptación de la precipitación por su cobertura y la mitigación del choque de las gotas de lluvia sobre suelos desprotegidos y como sujeción del suelo por la raíces. Los datos analíticos realizados en nuestros suelos así lo demuestran.
Las plantaciones de eucalipto, que generalmente se gestionan en turnos de 12-15 años, siempre corresponderán a estados jóvenes de masa forestal, pero podrán gestionarse de forma que no se pierdan valores sociales y ambientales significativos y por otro lado provean de una materia prima natural, reciclable y de bajo consumo energético con el que poder basar una economía alejada de materiales contaminantes y no reciclables. Hay que destacar el papel que todas estas especies van a suponer como materia prima en el desarrollo de la bioconomía y en la creación de nuevos productos con base bio (naturales y renovables), como sustitutivos de otros derivados del petróleo, infinitamente más contaminantes.
Respuesta: En el País Vasco, las tasas estimadas de reciclaje son del 95 % en acero y del 35% en aluminio, tal y como se presenta en el documento de Ihobe «Indicadores de economía circular de Euskadi 2018. Marco de seguimiento europeo» en su página 45. Estas estimaciones irán afinándose en futuras revisiones. A nivel europeo, estas tasas están por debajo, en 24% para acero y 12% para aluminio, tal y como se recoge en el documento «Measuring progress towards circular economy in the European Union – Key indicators for a monitoring framework (COM (2018) 29 final).». El documento más completo sobre los flujos de acero, aluminio y cobre en la Unión Europea ha sido publicado por el JRC de la Comisión Europea y se denomina «Material Flow Analysis of Aluminium, Copper, and Iron in the EU-28». Objetivos al respecto no se han establecido desde la Comisión Europea, sobre todo porque la demanda de acero y aluminio es mayor que la cantidad de chatarra. Sin embargo la Comisión sí prevé en su nuevo Plan de Acción de Economia Circular 2030, restringir la exportación de chatarras a terceros países para reducir la dependencia de metales. Finalmente, si se innova lo suficiente para que las chatarras de aluminio post-consumo puedan introducirse en procesos de forja y laminación (ahora casi solo en procesos de moldeo) se abre un nuevo mercado para incrementar el consumo de aluminio secundario.
R: Efectivamente, el cálculo de la huella ambiental tiene en cuenta el mix eléctrico, especialmente en aspectos “Upstream”. Se le asigna un factor, que expresa las emisiones de CO2 asociadas y que depende de las fuentes de energía utilizadas para producir dicha electricidad. Generalmente, adoptamos el de la comercializadora que nos suministra la electricidad.
R: La herramienta del cálculo de huella de carbono está preparada para una gran numero de referencias de acero que producimos en Sidenor. La herramienta tiene en cuenta las materias primas empleadas y el proceso de fabricación para cada acero por los distintos departamentos productivos, desde la Acería hasta los Acabados y, por lo tanto, dar un único valor de referencia no tiene sentido. Le emplazamos a una reunión donde podrá ver in situ los detalles de la herramienta.
Respuesta: «Euskotren a la finalización de la vida útil de los trenes toma las siguientes iniciativas de segundo uso con el material móvil :
1.- Preserva al menos un tren (composición EMU) de cada serie para el Museo Vasco de Ferrocarril (MVF). Así mismo, pone en conocimiento a través del propio MVF a otros museos, por si tuvieran interés de disponer de algún vehículo.
2.- Pone a disposición de centros de enseñanza o entidades de interés general la disponibilidad de dichos vehículos, mediante la firma de un convenio de colaboración. (Varios centros de enseñanza o entidades de las comunidades autónomas de Euskadi o Navarra tienen material móvil de Euskotren en sus instalaciones, bien para usos formativos o como bibliotecas, taquillas, etc.).
3.- Euskotren, como empresa pública que es, saca a “CONCURSO PÚBLICO PARA ENAJENACIÓN MEDIANTE SUBASTA” el resto de vagones que no se hayan utilizado en los casos mencionados anteriormente.
4.- Los componentes repuestos de los almacenes que entran en obsolescencia también reciben el mismo tratamiento de intentar darle recircularidad.
Los vagones normalmente son adquiridos por empresas de rehabilitación de material ferroviario (españolas normalmente) que tras encontrar algún cliente que tuviera interés en dicho material, lo customizan a las necesidades solicitadas por dichos clientes (trenes turísticos, etc).»
R: Este es un tema que estamos trabajando de una forma activa en el cluster y tanto con entidades públicas como privadas. Nosotros estamos fomentando el uso de estándares europeos y la información dinámica además de la estática. También buscamos nichos de oportunidad para que nuestras empresas puedan desarrollar servicios y productos en un sector que consideramos de gran potencial y creemos también que la colaboración tanto público-privada como público-pública y privada-privada es esencial para acelerar el desarrollo de estos servicios/productos y aplicarlos en nuestro territorio.
R: Cuando se hacen afirmaciones sobre el CO2 en vehículos (o en cualquier tipología de producto) siempre se debe tener en cuenta todo el ciclo de vida del producto, desde la obtención de materias primas necesarias hasta su fabricación, distribución, uso y fin de vida. Un producto puede no emitir CO2 durante la fase de uso, pero sí tener muchas emisiones de CO2 en otras etapas, por ejemplo la fabricación. En el caso de los vehículos eléctricos, es cierto que en la fase de fabricación se emite más CO2 que en la fabricación de un vehículo convencional (diésel o gasolina) por las implicaciones ambientales de la fabricación de las baterías y el propio motor eléctrico. De igual modo, en la fase de uso, no se emite CO2 en el propio vehículo pero no hay que perder de vista que sí se emite CO2 en la producción de la electricidad que posteriormente va a consumir ese vehículo (todo ello, desde luego en función del mix eléctrico del país donde circule ese vehículo). Con todo, con un enfoque de ciclo de vida completo, las emisiones de CO2 de un vehículo eléctrico son menores que las de un vehículo convencional. Para aclarar estos conceptos, el Basque Ecodesign Center, junto con el Departamento de Medio Ambiente, Planificación Territorial y Vivienda del Gobierno Vasco, acaba de publicar el “Informe de análisis de ciclo de vida. Comparativa ambiental entre diferentes alternativas de vehículos eléctrico, híbrido y combustión”. El informe analiza 9 tecnologías distintas, de vehículo eléctrico, híbrido y de combustión y tiene cuenta no sólo el impacto durante su fase de uso, sino la totalidad del ciclo de vida. Según el estudio, un vehículo eléctrico de tamaño medio que recorre 15.000 km anuales en España genera 111 gramos de CO2 equivalente por km recorrido considerando su ciclo completo de vida, mientras que un vehículo diésel emite 240 gramos, y uno de gasolina 274. El informe está disponible en la web de Ihobe.
R: Desde el cluster sí hemos barajado tanto el material absorbente de CO2 y el que genera energía también, pero no hemos identificado o avanzado lo suficiente para un piloto o prueba en real. Pero son temáticas interesantes que tendríamos que estudiar en el futuro.
Respuesta: Esta pregunta fue contestada en la propia sesión y su respuesta está disponible en el grabación de la misma.